sábado, 27 de noviembre de 2010

Cheryl ya no cree en esos monstruos de medianoche.

Se mira al espejo. Es muy guapa y lo sabe. Utiliza su belleza como su mejor arma y sabe que es la causa de haber encontrado ese trabajo. La causa de servir de objeto, de juguete de hombres sin pudor.
Se pinta sus carnosos labios de color rojo pasión y se acomoda sus bucles dorados como el sol. Casi parece una actriz de prestigio, aunque ella se sienta sólo como una muñeca manoseada y rota.

Se levanta, sabe que tras aquella cortina de tercipelo oscuro le espera el escenario y los hombres que no duermen, a los que ella, en secreto, llama "los monstruos de medianoche".
Actuará para ellos una vez más, con la certeza de que los verá babear como los cerdos que son y que pagarán mucho por tenerla en sus camas.
Pero eso fueron noches pasadas.
Ahora, ataviada con su ceñido traje blanco, decide no salir.
Cheryl ha optado por ser una mujer nueva y libre.
Cheryl ha decidido ser sólo ella y su alma, que nadie la enjaule como a un pájaro ni le corte las alas, que ya está harte de esa cárcel en la que se ha convertido el cabaret.
Se mira a sí misma y con una sonrisa se dice que lo a conseguido, que confiará en ella misma, que se hará su propia amiga y nunca se dará la espalda. Ella ha suspirado de alivio, con una nueva vida por delante. Ya no será más el juguete de nadie, seguirá sus propias leyes.
Cheryl ha decidido no creer en los monstruos de medianoche.

2 comentarios:

  1. Siempre debemos apartarnos de las cosas que nos someten :)

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  2. Me encanta!!! Siempre se tiene a unoo mismo y si no confias en ti.. menos en los demas!!! Si no te kieres tu.. nadie lo hará y lo mas importante, mejor renovarse que morir!!! Me encanta!! Bss guapa!!

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